Isadora Duncan

"Nací a la orilla del mar. Mi primera idea del movimiento y de la danza me ha venido seguramente del ritmo de las olas..."-Isadora Duncan

Nacida en San Francisco en 1878, abandonó todo, hasta los estudios, para dedicarse a su verdadera pasión, la danza.

Un año antes de cumplir la mayoría de edad se dirigió a Nueva York. Allí intentaba convencer a Agustin Daly de interpretar poemas mediante movimientos improvisados, aunque a este nunca le gustó la idea.

Se fue a Inglaterra donde estudió varios años los movimientos de la danza antigua, estuvo un tiempo formándose y ensayando nuevas danzas.

Basándose en los jarrones griegos del Museo Británico, creó una danza más natural e instintiva, abandonando las puntas y el tutú; bailaba descalza.

El éxito fue inminente. No dejó de viajar reclutada por los teatros más importantes de Europa. Ella consideraba el baile como una prolongación de los movimientos y los bailarines de ballet clásico le parecían un tanto antinaturales.

Para ella lo que se debía transmitir al bailar era el amor a la naturaleza y a la vida, su filosofía era unir mente y espíritu al bailar, totalmente distinto a las bases del ballet.

La que fue apodada “la ninfa” perdió a sus dos hijos en un accidente de coche. Después de que esto ocurriera se dedicó a la enseñanza en la escuela que fundó en 1904, y pensó varias veces en la posibilidad del suicidio.

Parecía que un maleficio caía sobre aquellos que la querían, perdió a su primer marido que tras separarse de ella cayó en una rara y grave enfermedad mortal. El segundo se quitó la vida después de que ella harta de su esposo alcohólico se divorciara.

Todo empezó a ir muy mal, decidió volver a los escenarios, pero fue una auténtica decepción, esa gracia en los movimientos se había consumido.

Finalmente, se refugió en Niza donde acabó de escribir su autobiografía.

Era el 14 de septiembre de 1927. Decidió ir a dar un paseo en su coche, debía tomar un poco el aire, su largo pañuelo rojo se enredó con el radio de una rueda. No pudo hacer nada. Murió estrangulada por su propio chal.